Uno de mis grandes amigos y hermanos me han enviado una información que no puedo dejar de compartir con ustedes:
Un miembro de las juventudes comunistas de Tel-Aviv, Omri Evron, ha sido sentenciado el pasado domingo 15 de octubre del 2006 a la prisión preventiva de 14 días por negarse a servir en el ejército de ocupación israelí. Al terminar el breve juicio fue enviado a una prisión militar y es posible que reciba una larga sentencia. Omri esta confinado en un calabozo de castigo por negarse a portar el uniforme y a obedecer las ordenes de sus superiores. Por negarse a perpetuar la injusticia, por atreverse, en definitiva, a mirarnos entre iguales como lo hacemos los comunistas, sin las lentes deformantes de los discursos religiosos y fundamentalistas, que hablan de tierras prometidas, de bienaventuranzas para os que sufren y de guerras santas, sin el dios dinero de por medio. En una carta que fue leída durante el juicio, dijo Omri a sus jueces militares:
"Me niego a servir en el ejercito pues de esta manera protesto por la prolongada ocupación militar del pueblo palestino. Esta inhumana ocupación persiste sembrando el odio y el terror entre los dos pueblos. Me niego a servir una ideología que no reconoce el derecho de los pueblos a la autodeterminación y a la coexistencia pacifica. No estoy dispuesto a contribuir con la opresión sistemática de la población civil, a la implantación de un régimen de apartheid en los territorios palestinos. Siento profunda vergüenza por la acción militar israelí en esos territorios y me repugna el hambre que se hace pasar a muchos y las humillaciones en los puestos de control. Me niego a servir de conejillo de indias de las industrias del armamento, las grandes corporaciones, los explotadores contratistas de todo tipo, que siembran el racismo y que se sirven de líderes cínicos para aumentar sus ganancias a costa del sufrimiento de los pueblos y la negación de los derechos humanos más básicos. Me niego a matar! Me niego a ocupar!"
Hoy, escribo solamente para honrar a este joven comunista con el que me identifico como el que más. Hoy escribo corto y preciso, para decir que me siento orgulloso de ser un militante comunista, chileno, de origen palestino y de tener compañeros esparcidos por toda a faz de la tierra y especialmente en Israel, con quienes me siento hermanado en sus luchas, en sus sufrimientos y en sus valores y principios. Hoy escribo para hacer un homenaje simple pero muy sentido a este compañero que en el corazón mismo del imperialismo, en uno de los últimos reductos de colonialismo en el mundo y arriesgándose a ser apartado de gran parte de su comunidad, ha tenido la valentía de poner por sobre cualquier consideración, su convicción en la posibilidad de construir un mundo mejor en donde nadie sobre, para todos y todas sin ningún atisbo de discriminación.
En la distancia quiero manifestar mi solidaridad y admiración por este y otros compañeros israelíes que como Omri, enfrentarán, en los próximos días juicios como el de él y decir que hoy más que nunca hace mucho tiempo, y gracias a la actitud de Omri y de sus compañeros, tengo la certeza de que el futuro es nuestro porque somos la reserva moral de la humanidad y a pesar de las persecuciones y de las cárceles, a pesar de la propaganda y los prejuicios de quienes nos temen o nos odian por ignorancia o por defender sus privilegios, a pesar del discurso único y del supuesto fin de la historia que algunos tan estúpidamente pregonaron, continuamos siendo la mejor si no la única alternativa de futuro para un mundo mejor.
Quiero terminar diciéndote, hermano y compañero, que si bien algunos en Israel se avergonzarán de ti y te mirarán como un traidor, somos muchos más los que, esparcidos por todo el mundo, nos sentimos orgullosos de tenerte como compañero, te sentimos parte de nuestra comunidad y de nuestra hermandad y te damos las gracias por desenmascarar al real enemigo de la humanidad, por darnos la esperanza y mostrarnos el camino.
Gracias compañero, los comunistas del mundo estamos contigo.
Un miembro de las juventudes comunistas de Tel-Aviv, Omri Evron, ha sido sentenciado el pasado domingo 15 de octubre del 2006 a la prisión preventiva de 14 días por negarse a servir en el ejército de ocupación israelí. Al terminar el breve juicio fue enviado a una prisión militar y es posible que reciba una larga sentencia. Omri esta confinado en un calabozo de castigo por negarse a portar el uniforme y a obedecer las ordenes de sus superiores. Por negarse a perpetuar la injusticia, por atreverse, en definitiva, a mirarnos entre iguales como lo hacemos los comunistas, sin las lentes deformantes de los discursos religiosos y fundamentalistas, que hablan de tierras prometidas, de bienaventuranzas para os que sufren y de guerras santas, sin el dios dinero de por medio. En una carta que fue leída durante el juicio, dijo Omri a sus jueces militares:
"Me niego a servir en el ejercito pues de esta manera protesto por la prolongada ocupación militar del pueblo palestino. Esta inhumana ocupación persiste sembrando el odio y el terror entre los dos pueblos. Me niego a servir una ideología que no reconoce el derecho de los pueblos a la autodeterminación y a la coexistencia pacifica. No estoy dispuesto a contribuir con la opresión sistemática de la población civil, a la implantación de un régimen de apartheid en los territorios palestinos. Siento profunda vergüenza por la acción militar israelí en esos territorios y me repugna el hambre que se hace pasar a muchos y las humillaciones en los puestos de control. Me niego a servir de conejillo de indias de las industrias del armamento, las grandes corporaciones, los explotadores contratistas de todo tipo, que siembran el racismo y que se sirven de líderes cínicos para aumentar sus ganancias a costa del sufrimiento de los pueblos y la negación de los derechos humanos más básicos. Me niego a matar! Me niego a ocupar!"
Hoy, escribo solamente para honrar a este joven comunista con el que me identifico como el que más. Hoy escribo corto y preciso, para decir que me siento orgulloso de ser un militante comunista, chileno, de origen palestino y de tener compañeros esparcidos por toda a faz de la tierra y especialmente en Israel, con quienes me siento hermanado en sus luchas, en sus sufrimientos y en sus valores y principios. Hoy escribo para hacer un homenaje simple pero muy sentido a este compañero que en el corazón mismo del imperialismo, en uno de los últimos reductos de colonialismo en el mundo y arriesgándose a ser apartado de gran parte de su comunidad, ha tenido la valentía de poner por sobre cualquier consideración, su convicción en la posibilidad de construir un mundo mejor en donde nadie sobre, para todos y todas sin ningún atisbo de discriminación.
En la distancia quiero manifestar mi solidaridad y admiración por este y otros compañeros israelíes que como Omri, enfrentarán, en los próximos días juicios como el de él y decir que hoy más que nunca hace mucho tiempo, y gracias a la actitud de Omri y de sus compañeros, tengo la certeza de que el futuro es nuestro porque somos la reserva moral de la humanidad y a pesar de las persecuciones y de las cárceles, a pesar de la propaganda y los prejuicios de quienes nos temen o nos odian por ignorancia o por defender sus privilegios, a pesar del discurso único y del supuesto fin de la historia que algunos tan estúpidamente pregonaron, continuamos siendo la mejor si no la única alternativa de futuro para un mundo mejor.
Quiero terminar diciéndote, hermano y compañero, que si bien algunos en Israel se avergonzarán de ti y te mirarán como un traidor, somos muchos más los que, esparcidos por todo el mundo, nos sentimos orgullosos de tenerte como compañero, te sentimos parte de nuestra comunidad y de nuestra hermandad y te damos las gracias por desenmascarar al real enemigo de la humanidad, por darnos la esperanza y mostrarnos el camino.
Gracias compañero, los comunistas del mundo estamos contigo.
1 comentario:
Daniel:
Sin duda, Omri nos da una esperanza para creer que es posible que existan personas concientes, capaces de enfrentarse a su propio gobierno y luchar por sus convicciones.
Hoy cuando nos encontramos con muy pocas personas fieles a sus ideales y consecuentes, no podemos hacer menos que difundir este tipo de excepciones.
Pensar que hay cuántos judíos que han nacido en Chile y se ofrecen para ir a ocupar y matar palestinos, mientras que él, que quizá será rechazado en el lugar donde nació por otros israelíes, es capaz de rechazar y denunciar al ejército invasor.
Cómo no creer que otro mundo es posible y se puede conseguir la igualdad.
Un fuerte abrazo
P.D: Al otro día me comentaron en la Escuela lo mucho que gustó tu charla. Felicitaciones y gracias!
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