3.08.2006

LAGOS, SOBERBIO Y AUTORITARIO.

En una de sus últimas actividades públicas, el presidente de Chile, ciudadano Ricardo Lagos Escobar, ha vuelto a dar muestras elocuentes de su faceta soberbia y autoritaria. Ante manifestaciones de un grupo de deudores habitacionales en uno de sus acostumbrados actos para la prensa, diseñados solo para alimentar su ego e impresionar al país, ha hecho callar a los manifestantes y luego se ha preguntado, con los micrófonos abiertos, para que todo Chile lo escuchara: ¿Quién financia a estas personas?.

Con esta actitud se retrata de cuerpo entero. Primero porque luego de levantar el dedo para increpar a Pinochet y de tanto luchar, se dice, para restablecer el derecho a expresión, hoy, por el solo de dirigir una democracia, bastante antidemocrática, pretende por su autoridad e investidura, suprimir el mismo derecho. Además, porque expresa mediante sus palabras y su actitud, que quienes protestan en este país, deben necesariamente estar financiados por alguien, un enemigo interno o externo, que se dedica a inventar problemas inexistentes, para enlodar su pulcra imagen, recurriendo a las mismas teorías conspirativas que la dictadura utilizaba para acallar a sus opositores.

La verdad es que Lagos se equivoca rotundamente. Primero porque el legado que deja, ese de las grandes realizaciones para los acaudalados y de una inserción en el mundo globalizado que ha sido nefasta para nuestra pequeña y mediana empresa, no logra encubrir ni hacer olvidar a ese otro Chile que viven las familias más pobres de nuestro país. Porque además, el precio del cobre, inusualmente alto, no logra convencer a nadie de que la economía anda sobre ruedas cuando aun existen en nuestro país cerca de un millón de cesantes y otro millón de trabajadores en situación de absoluta precariedad con trabajos temporales mal pagados sin seguridad social.

La verdad es que su soberbia lo ciega, pues pensar que quienes protestan forman parte de algún plan para inventar problemas irreales solo para aguarle sus actos, da cuenta de una incapacidad para ver todas las deudas que en materia de salud, educación, vivienda, medioambiente, recreación y sobretodo, diálogo social, deja su gobierno.
Acaso no recuerda el presidente que en las leyes que su conglomerado y la derecha han aprobado durante 15 años no existe ninguna instancia real y permanente de diálogo social. Acaso olvida que las comisiones o mesas que ha formado para abordar algunos de los problemas estructurales que el país tiene no han llegado a nada y solo le han permitido ganar tiempo para mejor trabajar su imagen de estadista y demócrata.

Se equivoca además al pensar, que por ser él un presidente democráticamente elegido, se suprime el derecho de las personas a protestar en cada lugar y en cada acto que se quiera, mientras no se viole la ley ni se interrumpa el tráfico y el libre movimiento de las personas.
La verdad es que la gente, la ciudadanía a la que tanto alude en sus discursos, la Sra. Juanita, tan manoseada por los defensores del modelo, no tiene otra forma de hacer llegar sus mensajes. No poseen medios de expresión alternativos, pues en esta democracia han desaparecido casi todos por no ser rentables y el presidente pocas veces tiene tiempo para atender a estos grupos de manifestantes que en su desesperación busca romper el cerco informativo de esta formidable democracia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer vi la biografía de lagos en canal trece. Me impactó volver a ver esa imagen donde apunta a Pinochet y pensé:Este hombre olvidó que ayer luchó por el derecho a expresarse. Lo que ocurrió en ese acto fue vergonzoso. Quedé paralizada cuando dijo: "Lo que tengo que decir es más importante que lo que ustedes quieren decir". Sobervio y muy cambiado como casi todos los socialistas.
Roxana

Anónimo dijo...

Probablemente es una de las facetas más desagradables y contradictorias de una persona que se llena la boca con la "democrácia".

En fin, no es el primero...
...y de seguro no será el último!

Anónimo dijo...

Fe de erratas:
1. Daniel: se escribe "soberbio"
2. Rafa: Democracia no lleva acento.
saludos,

Anónimo dijo...

Claro que concuerdo contigo en que esta actitud de Lagos es inaceptable, pero honestamente no me sorprende. Este tipo de conductas no son patrimonio sólo de la concertación.
La soberbia, la falta de democracia, el autoritarismo y sobretodo el temor frente a la opinión divergente y crítica, está presente más cerca de lo que te gustaría reconocer.
Desafortunadamente no se ha erradicado de los partidos de izquierda, ni tampoco de la izquierda no militante y en este sentido hace falta que perdamos el miedo a ser lideres de opinión de verdad, que veamos lo que nadie ve para poder mejorar lo que tenemos, o mejor aún, generar espacios que sean tan sanos que la convocatoria que tengan sea super potente, que tengamos un espacio real y grande en esta sociedad... tenemos mucho que decir y mucho que hacer..desde el Podemos o desde las otras instancias, pero con una nueva mentalidad, generando una corriente de gente más humana, más madura y recta en lo político y solidaria y coherente en su actuar diario, levantando valores que siempre han sido los nuestros pero que en el tiempo se han torcido un poco y hemos caído en los vicios de la derecha... como el autoritarismo que tanto criticamos.

A generar una cultura de verdad de izquierda, más honesta, más real, más democrática, más leal entre nosotros y más enriquecedora en propuestas para con nuestra gente.

Un abrazo
Flavia

Daniel Jadue J. dijo...

No sabes cuanto comparto contigo algunos de tus juicios.

Siento que en gran medida esa es la explicación de tantos años con tan exiguos avances.

Lamentablemente no basta con dos ni con diez. Requerimos de muchos más, que sean capaz de superar la cultura impuesta desde el sistema a las organizaciones que se dicen de izquierda.

El Desarrollo Organizacional como disciplina lo explica tan bien, que parace difícil que la mayoría no lo pueda entender.

Cuando una organización no posee una cultura fuerte y definida, capaz de generar fronteras claras entre la organización y su entorno, ésta se ve amenazada y permeada por la cultura nacional predominante.

En gran medida eso explica que esas conductas se de tambien, y lamentablemente, en la izquierda. Pero esto es lo que tenemos y con esto hay que avanzar, para reconstruir, para forjar, para sumar.

Lo importante es no dejarse inmovilizar por estos antivalores que hoy gobiernan incluso a nuestras estructuras. Y mirar con confianza el futuro que nosotros mismos debemos construr.

un abrazo con la convicción de que el futuro es nuestro.