6.28.2007

PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN RECOLETA, VOLUNTAD REAL O COMEDIA LEGAL.

Nuevamente queda de manifiesto las debilidades de las leyes y normas que rigen la participación ciudadana en los procesos de toma de decisiones en importantes asuntos que impactan drásticamente la vida de los ciudadanos de este, nuestro país.

En el caso de hoy, vemos como una vez más, las autoridades electas democráticamente demuestran un nulo compromiso con la participación y se contentan con cumplir estrictamente lo que dice la ley. Y como las leyes, aprobadas por nuestros magníficos legisladores que hace años se reparten las cuotas de poder que existen en el congreso, no tienen ninguna voluntad para exigir participación temprana y vinculante, dejan el tema de la participación a la voluntas de las autoridades que gobiernan los territorios.


Es el caso del Alcalde Gonzalo Cornejo, de la UDI que a pesar de todos los problemas y conflictos que se derivaron de la nula participación ciudadana con la que el último alcalde de la concertación, Ernesto Moreno, llevó a cabo el Plan Regulador Comunal, se ha lanzado a una modificación del mismo considerando exclusivamente el cumplimiento de lo que la ley exige en términos de participación, que es lo mismo que nada.

De hecho, ha licitado vía Chile compra un estudio denominado “participación Ciudadana Modificación PRC Recoleta” en el cual solo prevé que un consultor externo a la municipalidad se aboque durante tres meses a realizar dos asambleas y siete talleres con los dirigentes vecinales y con vecinos afectados, para “informarles” de cómo serán afectados sus barrios con las nuevas disposiciones legales.

El proyecto de modificación fue realizado por Asesoría Urbana de la municipalidad, y al parecer pretende disminuir los impactos que sobre algunos barrios, tiene el anterior instrumento de planificación.

Ahora bien, independiente de lo bien o mal que pueda estar hecho el trabajo y de lo acertadas o no que puedan ser las nuevas normas legales que regirán para las construcciones en la comuna, lo importante es que se vuelve a cometer el mismo error, desarrollando el estudio a espaldas de la gente y con la complicidad de los concejales que han aprobado con sus votos la forma de llevar a cabo el proyecto y la nueva propuesta.

Una vez más se opta por no considerar la opinión de la gente en la elaboración de los instrumentos de planificación comunal y cumplir solo con presentarles el proyecto, una vez terminado para que se enteren y puedan hacer observaciones acerca de lo ya elaborado.

Seguramente volverá a crecer el malestar dentro de los habitantes de Recoleta que hace ya años que vienen demandando que se incorpore a la comunidad en la toma de decisiones de manera temprana y vinculante, lo que implica que debe ser desde el comienzo de cualquier nuevo proyecto o plan y debe ser con el compromiso férreo de incorporar las opiniones mayoritarias de los habitantes en los instrumentos de planificación y gestión comunal.

Cabe destacar que si bien no es legítimo, desde el punto de vista de la comunidad, lo obrado por el alcalde es plenamente legal por lo que resulta imprescindible que la comunidad se prepare para dar la batalla en tres frentes mutuamente dependientes:

Lo primero es exigir a la alcaldía que no se contente con cumplir lo que la ley demanda porque la ley lo que establece son los mínimos necesarios para poder estar dentro de la legalidad pero nadie impide que la autoridad, en un acto de voluntad política desarrolle, una participación que supere con creces lo exigido por ley, para desarrollar una adecuada asociación estratégica entre la municipalidad y los habitantes de la comuna.

Lo segundo es exigir el cambio de las leyes que corresponde a la esfera de los mismos diputados que luego vienen a buscar los votos cada cuatro años. De ellos depende que las leyes obliguen a mucho más participación y que esta cumpla con los requisitos de una participación efectiva, democrática y protagónica.

Y lo tercero, si ninguna de las líneas de acción antes enunciada dan los resultados esperados, lo único que queda es profundizar la conciencia entre los habitantes y prepararse para escoger, en el futuro, concejales, alcaldes, diputados y senadores que tengan un compromiso real y efectivo con el empoderamiento de la sociedad civil organizada y con una ampliación significativa de los espacios de participación y fiscalización popular a los actos de los gobiernos locales.

Solo así podremos avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros vecinos y de nuestras familias. Solo así podremos reencantar a nuestros vecinos en torno a la necesidad de desarrollar una mayor participación y de asumir ser protagonistas fundamentales de nuestra propia historia. De lo contrario, seguiremos lamentándonos indefinidamente por la forma de actuar de las autoridades de todos los niveles, una vez que ya las hemos escogido y siempre, siempre...llegaremos tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Daniel,
El tema que propones, sobre la participacion en torno al plano regulador, es trascendental. cualquier opinion sobre el mismo, a mi modo de ver, deberia partir por cuestionar los ejes que articulan la participacion. La primera pregunta que debemos hacernos es como, con que participan los ciudadanos en la repartija territorial. si voy al mercado, debo llevar plata para ser considerado en la transaccion, si voy al medico, dinero o su representacion en el bono medico, si tomo la micro pago el pasaje, ahi me llamo pasajero. ¡como participamos en la repartija territorial! somos los dueños de todo lo publico, y buena parte de lo privado, pero solo se nos invita como animales parlantes, cuando sobre lo que se discute es nuestro. Rara la cosa. Cambiarse de ejes discursivos, sino pronto estaremos hablando como los geografos de las universidades tradicionales, pura tontera util para la administracion de siempre.

Saludos, El Benja.