10.01.2005

Delincuencia y Seguridad Ciudadana

Siendo miembro de la oposición de izquierda al actual gobierno de Concertación encabezado por el Presidente Lagos, quisiera aportar a la discusión que una vez más pretende instalar el lavinismo, acerca de la delincuencia, en tiempos de campaña debido a la imposibilidad manifiesta, por parte de nuestra sociedad y del gobierno de turno, de controlar y disminuir la sensación de inseguridad que sienten los hombres y las mujeres de nuestro país.

Quisiera plantear en primer lugar que el tema de la seguridad ciudadana, efectivamente, ha sido instalado en nuestro país por la extrema derecha representada hoy en día por el lavinismo a través de dos caminos complementarios.

Primero mediante la implantación, mediante el uso de la fuerza, de un sistema económico excluyente y con una fuerte tendencia la concentración de la riqueza y al oligopolio de las grandes empresas nacionales y transnacionales en el reparto de los beneficios del sistema de producción nacional. Esto, de la mano de una apertura unilateral sin defensa ni protección para nuestra pequeña y mediana industria lo que ha impactado fuertemente en la sustentabilidad de los pequeños y medianos productores y empresarios que generan cerca del 75 % de los empleos de este país, muchos de los cuales han terminado proletarizándose en beneficio de los primeros.

Y segundo, mediante el manejo de la opinión pública a través del control de los medios de comunicación que le dan una cobertura desmedida a los hechos delictuales generando la sensación de que es el tema de mayor importancia para la población, para que luego las instituciones que se dedican al tema, como Paz Ciudadana, realicen encuestas y estudios que, intencionadamente confirmen que ese el tema más relevante, cerrando el círculo cuando los medios de comunicación, de los mismos propietarios e dan una cobertura desmedida también, a esos estudios generando una suerte de realidad mediática impenetrable por la realidad de la vida cotidiana de las personas.

De hecho, si uno consulta a la mayoría de la gente acerca de lo que más le preocupa y le genera inseguridad, y opone helecho de ser asaltado con el hecho de estar desempleado; o con el hecho de no poder brindar a su familia y a sus hijos lo básico para una vida digna, no tengo duda que la gran mayoría de os chilenos y chilenas revelarían que sus preocupaciones más importantes son el trabajo, la salud, la educación de sus hijos y la falta de tiempo para estar con la familia provocada por las extensas jornadas laborales que ambos padres deben asumir para poder mantener un hogar en forma digna. De hecho existen numerosos estudios bastante más serios que os realizados por dichas fundaciones que demuestran claramente la relación directamente proporcional de las crisis económicas y el aumento del desempleo con el incremento de los delitos, sobretodo de aquellos contra la propiedad,

Por último, la responsabilidad fundamental de la concertación rada en los nulos esfuerzos por cambiar el modelo impuesto por la dictadura y en el acomodo manifiesto de sus dirigentes y cúpulas partidarias a este sistema excluyente, discriminatorio, que genera riqueza para unos pocos al mismo tiempo que a destruyendo los empleos y disminuyendo de manera relativa, los sueldos de la mayoría.

Eso es lo que sin duda no va a cambiar ni con Bachelet, que es la representante de la continuidad, ni con Lavin, que representa al Pinochetismo reconvertido, ni con Piñera que representa una opción claramente empresarial.

Por lo mismo resulta tan importante la consolidación de una fuerza política alternativa al modelo, de claro perfil antineoliberal, partidaria de establecer el trabajo, la vivienda digna, la salud y la ecuación, como derechos constitucionales y no como simples bienes que estén al acceso de los que los puedan pagar. Una fuerza que considere a la economía como un instrumento al servicio de la felicidad humana y no al ser humano como instrumento para a economía.

Esa fuerza hoy en día se encuentra aglomerada en el Juntos Podemos Más y nos aprontamos a obtener un importante avance electoral de la mano de nuestro pueblo que comienza a despertar.

Ahora bien, si queremos bajar el nivel del debate como se ha visto en estos últimos días debemos pensar que es muy probable que los delincuentes voten por Bachelet, pero al menos podemos estar tranquilos de que no estarán en el Gabinete ni en los mandos medios como ocurriría con Lavin.

2 comentarios:

Carlos Insunza Rojas dijo...

Daniel, estoy completamente de acuerdo contigo en lo que planteas. Cualquier mirada objetiva de la realidad, entiendee que la delincuencia va a asociada a los fenómenos de pobreza, desempleo y exclusión.
Pero creo que hay que agregar a nuestro discurso elementos capaces de dar cuenta de los sintómas, porque evidentemente somos los únicos que nos hacemos cargo de la enfermedad. Pero tal como a un enfermo de apendicitis se le opera y mientras se le opera se le dan aspirinas para calmar la fiebre, tenemos que dar respuesta contingentes.
Me parece básico poner el la agenda los problemas de corrupción policial, que no es extendida pero es una de las causas que provocan la desconfianza de la gente en la policía.
Por otro lado, me parece aberrante la forma en que se ha puesto el foco mediático en la delincuencia juvenil, sin ninguna seriedad, ni datos. Entonces la pregunta es: si los estudios muestran que los infractores juveniles por norma han abandonado sus estudios, donde están las políticas sociales que focalicen el seguimiento de esta situación.
En fin ... me parece que hay que levantar más propuestas, con criterios de protección de los derechos y promoción de la inclusión social.

un abrazo

Daniel Jadue J. dijo...

Estimado hermano:
Tus comentarios son, como siempre, muy atinados. A veces se pierde la visión de lo que la sociedad pide de nosotros como políticos y nos dispersamos discutiendo solo de las causas. Efectivamente hay que atacar el problema de la inseguridad y creo que además de lo que planteas es necesario replantearse el rol de la TV pública y el del Consejo Nacional de Televisión pues la violencia y la delincuencia son legitimadas por una televisión que la presenta como uno de los medios para "resolver" las necesidades de los sectores postergados. creo que es necesario avanzar en la reconceptualización de nuestros discursos y hay que dedicarle tiempo urgente. Unabrazo desde la lejana Calama.